lunes, 31 de diciembre de 2018

Año nuevo...

Hoy retomo el blog tras un año de inactividad, aunque he estado publicando cosas en la página de facebook, no había vuelto a escribir en el blog, pero hoy, es el día de retomarlo y de explicar los porqués.

Hoy termina este 2018, un año que me ha marcado mucho, que me ha quitado muchas cosas y me ha regalado otras, un año del que quiero despedirme.
Cuando comenzó el año tenía muchos sueños, ilusiones, proyectos, esperanzas... empecé el año con muchos planes diseñados y con mucha fuerza y energía para realizarlos, lo empecé feliz, rodeada de mis seres queridos, trazando nuevas (nuestras) tradiciones, planificando el camino que queríamos recorrer. 
A primeros de año pude desvirtualizar a algunas de mis compañeras de la escuela de porteo en un viaje que me aportó mucho y que supuso el punto en el que todo cambiaría. Era la primera vez que me separaba de mi familia, fue sólo un fin de semana, pero en aquella estación me parecían semanas. Durante aquel viaje me hice un tatuaje que significaba mucho, ¡quién me iba a decir que significaría tanto! 
A la vuelta del viaje me esperaban los míos, y una inesperada sorpresa, un test de embarazo positivo que lo cambió todo. A partir de ahí mi vida, mis planes, mis ilusiones... se desmoronaron, lo que debería haber sido una gran noticia cayó sobre mi como una losa, dando la vuelta a todo mi mundo.
La noticia de mi embarazo fue muy bien recibida en todas partes excepto en mi casa, y esa noticia terminó con mi matrimonio, quien yo pensaba que era mi compañero de vida, a quien tanto había apoyado y acompañado, decidió que no quería seguir caminando a mi lado, y tras un tiempo de divagar recogió sus cosas y me encontré lo que sentí sola.

Casi al mismo tiempo que aquel positivo, se hizo presente en mi la diabetes y al mismo tiempo, llegó un ingreso hospitalario de Comino, que terminó en una larga temporada de pruebas y controles (que a día de hoy aun continúa) por lo que parece ser es una enfermedad rara, genética. Aquella noticia hizo que los trámites de su estudio genético se acelerasen por si el bebé que venía en camino corría algún riesgo, aunque hoy, todavía, seguimos sin tener muy claro qué es lo que le pasó a Comino, cuáles fueron las causas, y si es o no un diagnóstico seguro, "no es un caso de libro" eso es lo que nos dicen en cada revisión.
Semanas de visitas al hospital, de pruebas y analíticas varias, de visitas a urgencias, de miedos y preocupaciones después, llegó la ecografía de la semana 20. "Hidronefrosis grado III", que en cuestión de tres semanas pasó a ser grado V. La enfermedad de Comino también es renal, y una de sus variantes resulta muy complicada en bebés, ahí empezó una larga batalla, la de recabar información, pedir segundas, terceras, cuartas opiniones, protocolos de hospitales (en mi hospital de confianza me recomendaron buscar un hospital con una buena UCI neonatal, y otros dos hospitales distintos reafirmaron esa recomendación), buscar alternativas, conocer casos similares... fueron semanas de muchos miedos.
Los trámites del divorcio iban de la mano de estos sucesos, y ver cómo mientras yo me sentía tan sola, tan perdida, tan en el abismo, él rehacía su vida como si todo esto le fuera ajeno, comportándose conmigo de aquella forma tan fría, se me hizo muy cruel, muy duro.
Mi salud daba de vez en cuando alguna señal de alarma, mis hijos me reclamaban mucho, y seguían los cambios... 
Era momento de preparar el primer año de cole de Comino, el  momento de que dejara el pañal, el proceso de destete que vivimos durante el embarazo, las primeras noches sin él, y sin Curcuhuete... que él continuaba con su rutina de las visitas a su padre, y tuvo que volver a vivir el proceso de una separación, de "perder" otro referente paterno. Cambios, y más cambios.
Se me terminó el paro... en mis planes de principio de año estaba el terminar mis formaciones y empezar a abrirme camino en el acompañamiento a la maternidad, la posibilidad de abrir una tienda propia... planes que ahora sólo parecen sueños muy, muy lejanos. Las posibilidades de encontrar un trabajo que me permita cubrir las necesidades de mis hijos por cuenta ajena se me han reducido mucho y esto es otra preocupación más añadida.
Poco a poco las semanas de embarazo avanzaban, y lo que al principio parecía no fuera a llegar a término, iba manteniéndose hasta el punto de ver sobre mi de nuevo la sombra de la inducción, y así terminó de nuevo, pero eso es otra historia que contaré más adelante.
A primeros de Octubre, mi padre ingresó en la residencia. Era algo que sabíamos llegaría el momento de hacer, pero a pesar de ello no fue muy fácil dar el paso, pocos días después, ingresé en el hospital para la inducción, y prácticamente al mismo tiempo que yo, lo hizo mi madre, pero ella no volvió a casa hasta un mes y medio después, con (entre otras cosas que le fueron tratando durante el ingreso) el diagnóstico de un linfoma que requeriría quimioterapia. Mi bebé continúa en estudio para averiguar si su riñón es o no funcional, pero por suerte parece estar mucho mejor de lo que en un principio se sospechaba.
Al ver que mi situación económica era difícil, y que la salud de mi madre requería que no estuviera sola, decidimos que la mejor opción sería que nosotros nos mudáramos a su casa, y aquella ha sido la mudanza más difícil de toda mi vida, no por el hecho de estar sola con dos niños y un bebé, sino por la carga emocional que aquello me supuso, a mi y a mi puerperio. De nuevo más cambios en el camino.
Entre todos estos sucesos, pude encontrar mucho apoyo, un poquito de tiempo y de fuerza, para terminar y completar tres de las cuatro formaciones que comencé, la última de ellas merece que me la tome con más calma, y no puedo más que agradecer que me hayan permitido adaptarme a mis propios ritmos.


Estas Navidades han sido las primeras que he pasado unos días sin Curcuhuete y Comino, la primera vez que me he separado más de tres noches de Comino, y se me han hecho diferentes, incompletas. Hoy tengo la suerte de poder estar con ellos de nuevo, de sentirme más completa, de volver a verles reír, discutir, jugar... de tenerles conmigo para darle fin a este año y recibir con los brazos abiertos el 2019.


Este año ha sido sin duda uno de los años más duros que he vivido, a nivel emocional me ha puesto a prueba en muchos ámbitos, y me ha hecho replantearme mis objetivos, mi vocación, mis proyectos... este año llegó para cambiarme la vida, para ponerme a prueba.
El 2018 me ha quitado muchas cosas, a gente a la quería, mi estabilidad personal, sueños, proyectos. Me ha hecho dudar de mi misma, perder la fe en muchas cosas, replantearmelo todo... pero no todo ha sido malo. El 2018 me ha enseñado que soy mucho más fuerte de lo que pensaba, que tengo pocos amigos, pero enormes, grandes, inmensos, fieros, AMIGOS con mayúsculas, que mi familia vale más que su peso en oro, que mis hijos son unos luchadores y mucho más brillantes que nada, que aunque me sienta sola tengo a mi lado a mi tribu, a mis chicas... ellas, que casi vivieron el nacimiento de mi pequeño como suyo propio, me ha regalado el apoyo y las oraciones de la comunidad de mi madre y de la parroquia, me ha regalado los abrazos, las sonrisas de mis hijos, me ha regalado a mi bebé... Me regalado a la que se ha convertido en mi mejor amiga, que tanto me ha aguantado y escuchado, me ha regalado el acompañamiento de mis compañeras doulas, el apoyo de mis compañeras de escuela, y de mis profesoras, me ha acercado a gente que jamás pensé volvería a acercarme, ha cruzado en mi camino a gente increíble y maravillosa, y se ha quedado con varios kilos sobrantes (aunque de esos aun me quedan unos cuantos para cederle al 2019).
El 2018 ha sido duro, pero a la vez maravilloso, porque sin esas vivencias, hoy no sería consciente de lo afortunada que soy de tener a tantas y tan buenas personas a mi lado, tan a mi lado que están cerca incluso cuando están lejos.
Gracias 2018, por empujarme a mejorar, a quererme más, a conocerme más a fondo, por todo lo bueno que me has regalado.
Feliz noche. Feliz salida y entrada de año. Feliz 2019. Feliz vida.

martes, 26 de diciembre de 2017

Arroz milanesa con setas

Llevaba mucho sin pasar por el blog, últimamente saco poco tiempo entre las formaciones, los niños, la mudanza... pero por fin saco un rato para escribir esta receta, que siempre triunfa allí donde nos acompaña, y aprovechando que me la han pedido varias personas después de ver las fotos en la página de facebook.
¡Comenzamos con ella! Arroz milanesa con setas!

Ingredientes:

1 diente de ajo
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
50gr de mantequilla
100gr de queso parmesano
130gr de cebolla
350gr de arroz
500gr de setas (en esta ocasión he utilizado mitad de seta de cultivo y mitad siitake, pero queda de maravilla con boletus, por ejemplo)
1 litro de caldo de carne (puede ser de brick, pero yo lo hice en casa con pollo, gallina, ternera, hueso de codillo y zanahoria, puerro, repollo, apio y patata)
Sal y pimienta (al gusto)




Preparación:
Rallar el queso y reservar.
Picar en trozos pequeños el ajo y la cebolla y sofreír en una cazuela, a fuego medio, con el aceite hasta que la cebolla quede blandita.
Cortar las setas en láminas e incorporarlas a la cazuela, moviendo de vez en cuando, una vez se haya evaporado casi todo el agua de las setas, incorporar el arroz y rehogarlo durante 3 minutos moviendo constantemente, añadir el caldo, llevar a ebullición, y dejar cocer durante 17 minutos, sin tapar del todo y sin remover.
Una vez pasado el tiempo, comprobar el punto de arroz y añadir la sal (si fuera necesario)

Una vez el arroz esté en su punto, añadir la pimienta, la mantequilla y el queso, seguir cociendo durante un minuto sin dejar de remover.
Dejar reposar durante dos minutos y servir caliente.



Como siempre, el tipo de queso, o las setas, se pueden modificar al gusto, si os animáis a hacer la receta ¡enseñadme el resultado y contarme vuestra experiencia!
Espero que os guste tanto como a nosotros.
¡Hasta la próxima entrada!

sábado, 23 de septiembre de 2017

Continuando en el camino

Hace unos meses os conté en esta entrada que había comenzado a dar pasos firmes en mi camino personal, empezando a formarme como educadora de porteo en la escuela Kangurearte, aquel fue el primer paso de un largo camino que me he propuesto recorrer, y que ya está empezando a coger forma. Estoy encantada con todo lo que me está aportando la escuela, tanto a nivel personal como profesional, y cada día estoy más convencida de que no podría haber escogido una formación más completa y acorde a mis necesidades, pero ese paso no era más que el primero.
Hoy os cuento que he dado otro gran paso, ¡he comenzado mi formación como asesora de lactancia en la escuela Asesoras de lactancia online! Ayer tuvimos nuestra primera prueba de contacto y me dejó con muchas ganas de comenzar. Llevo un tiempo pensando en intentar crear un grupo de apoyo a la lactancia en mi zona, un lugar en el que poder ayudar a otras mámas, en el que entre todas nos apoyemos con nuestras experiencias y en el que podamos encontrar respuesta a nuestras dudas, y este es el primer paso para lograrlo. Espero poder contaros, no dentro de mucho tiempo, que este camino va cogiendo forma y que continúo cumpliendo mis objetivos, al igual que espero poder ayudaros si en algún momento necesitáis a una educadora de porteo, una asesora de lactancia, o lo que será mi siguiente gran paso (que lo daré en Octubre), a una doula.
Estos grandes pasos me ayudarán a realizarme, a trabajar sin trabajar (por eso de que siempre he oído que si trabajas de lo que te gusta, no es trabajo), a servir de ayuda a otras mujeres, a demostrarme a mi misma que puedo hacer lo que me gusta, que puedo lograr mis objetivos, que soy capaz.

Este es mi segundo paso en el camino, ¡sigo caminando!

jueves, 14 de septiembre de 2017

Tarta de queso

Ayer fue el segundo cumpleaños de Comino (dos años ya desde su nacimiento, podéis leer como fue aquí ¡el tiempo vuela!) y lo celebramos en casa con amigos y familiares, con una merienda y una de mis tartas favoritas, la tarta de queso.
La tarta, después de Comino, fue la estrella del día y triunfó hasta el punto de que varias personas me pidieron la receta, así que me he animado a ponerla aquí en el blog.
Estas cantidades son para una señora tarta, salen 16 raciones generosas, así que podéis adaptarla utilizando la mitad de las cantidades.

Ingredientes:
Para la base:
300gr de galletas tipo digestive
100gr de mantequilla.
Para el relleno:
300gr de azúcar glas
La piel de 1 limón
1kg de queso fresco sin sal
2 yogures de limón
10 huevos
El zumo de un limón
Para el glaseado:
1 sobre de gelatina de fresa en polvo
400gr de mermelada de fresa
El zumo de medio limón
100ml de agua

Preparación:
Rallar la piel del limón y mezclar bien con el azúcar. Reservar.
Para hacer la base, triturar las galletas, calentar la mantequilla hasta que se derrita y mezclar hasta hacer una masa homogénea. Extender la masa en el molde, apretando un poco para que quede uniforme. Reservar.
Para hacer el relleno, desmigar el queso fresco con un tenedor en una cazuela hasta poder batirlo, añadir el azúcar con la piel del limón que teníamos reservado, e incorporar los yogures, los huevos y el zumo de limón. Batir muy bien hasta que todo quede ligado (si os gusta que la textura sea más finita podéis mezclar los ingredientes con una procesadora) y calentar a fuego medio, moviendo constantemente. Dejarlo cocer durante 10 minutos, hasta que la masa haya espesado. Volcar la masa en el molde sobre la base de galleta. Dejarlo enfriar en la nevera mínimo dos horas antes de añadir el glaseado.
Para hacer el glaseado, mezclar la gelatina, la mermelada, el zumo de limón y el agua en un cazo, cocer a fuego lento durante 5 minutos, sin dejar de mover. Verter esta mezcla sobre la tarta fría. Enfriar en la nevera mínimo dos horas antes de desmoldar, cuando el glaseado haya cuajado.
Decorar al gusto y ¡disfrutar!





miércoles, 16 de agosto de 2017

Lactancia, la experiencia de Roberto

Hoy la entrada vuelve a ser sobre lactancia.
Hace poco, gracias a la colaboración de varias mamás, publiqué el post de clausura de la semana mundial de la lactancia materna, y hoy quiero agradecer a papás casi primerizos que hayan compartido NUESTRO post (nuestro, porque también es de de todas aquellas mamás que me ayudaron a hacerlo posible) y nos hayan nombrado como uno de sus post favoritos de la semana en su blog, podéis leerlo aquí. Si tenéis ocasión de pasaros a ver su blog no os arrepentiréis, en él podéis encontrar recetas, manualidades, experiencias, testimonios, reflexiones... orientado a la maternidad y a la experiencia de Lidia como bimadre de una adolescente y un bebé. Gracias por la mención y ¡gracias por leernos!

Aunque en el post de clausura pudimos reunir muchas experiencias, me quedé con las ganas de poder mostraros algo más, algo que espero poder seguir preparando para mostrar el otro lado de la lactancia materna, el papel del papá, de sus experiencias y vivencias, porque ellos también tienen mucho que ver en la lactancia. Poco a poco espero poder reunir más experiencias de papás tanto de lactancia como de embarazos, partos y crianza. Mientras llega es día, os recuerdo la experiencia de Ainhoa, que hace poco me hizo llegar las palabras de su marido de su experiencia con respecto a la lactancia, y es la que hoy vamos a compartir con vosotros.
Los papás viven la lactancia de otra manera, pero la viven, la disfrutan y sufren, y aunque parezca que no tienen papel en ella o que sea insignificante, la verdad es que su papel es importante y su labor muy intensa. Creo que hablo en nombre de todas las mamás lactantes cuando digo que agradecemos muchísimo tener a nuestro lado a esos papás que se informan con nosotras, que nos apoyan y comprenden y que, cuando flaqueamos, nos aportan una buena ración de confianza en nosotras mismas. A veces parece que el papel de un papá durante la lactancia no existe, pero la verdad es que es un papel que nosotras valoramos mucho. ¡Gracias a Roberto por hacernos llegar su experiencia!


En el tema de la lactancia materna, en mi caso, uno afronta el asunto como en casi cualquier otro aspecto de la maternidad y el parto: Buscar mi sitio. Es un tema en el que el papel que podemos asumir es de espectador, ayudando y animando en lo que se pueda, y en el mejor de los casos no entorpecer. El famoso consejo que recibes antes del parto de que si te vas a desmayar en el paritorio hazlo en una esquina sin molestar, porque nadie te va a atender, se puede aplicar a todo lo demás. Ciertamente, es un tema de dos y tenemos que poner de nuestra parte y ayudar, eso lo oyes todos los días, ¿pero cómo? Si la que lleva el niño es la madre, la que da a luz es la madre, la que va a amantar es la madre,… Por mucho que quiera, mi papel es completamente secundario y prescindible. Y realmente, entiendo perfectamente que todo la ayuda y toda la información esté relacionada con la madre y el bebé, porque son los protagonistas. Entiendo que el padre tiene que saber todo esto y ayudar, pero en ningún sitio se dice cómo podemos ayudar. Esto lo tenemos que descubrir por nuestra cuenta. 
Centrándome en el tema de la lactancia materna, es difícil explicar la impotencia que sufrimos como maridos y como padres con la lactancia materna las primeras semanas de vida del bebe. La madre está cansada, recuperándose del parto, y el niño no para de llorar, y no puedes hacer nada para calmarlo. Quizás la madre está durmiendo, o duchándose, y ni siquiera puedo estar con el bebe 15 minutos sin que llore. Lo pruebas todo, posturas para cogerle, canciones, balanceos de cuerpo, el extractor de la cocina,… a veces funcionan, otras no. Te conviertes en un experto en calmar al bebé sin usar la teta. Pero todo no evita que salgas a dar un paseo con el niño para que la madre descanse, y a los 10 minutos estás volviendo con un llanto inconsolable del bebe. Además, cada vez que llora piensas, “tiene hambre”, con lo que encima tienes la sensación de culpa de que tu hijo pasa hambre y no le puedo alimentar. 
Con todos los problemas que tiene la lactancia materna, es muy fácil caer en la solución fácil del biberón. El problema que yo veo a la lactancia materna es que los beneficios que aporta son en su mayoría difíciles de apreciar en el corto plazo. Vale, el niño come mejor, de una forma más natural, adquiere anticuerpos de la madre y enferma menos, ….. Pero eso no se ve. Las partes negativas si: él bebe duerme peor y la madre duerme peor, la dependencia con la madre es total, engorda menos (con la lucha que supone esto con los pediatras y las abuelas), comparando con otros bebes que toman biberón enferman más o menos igual,… La única ventaja visible que le veo es la económica, ya que dar la teta es gratis.


Fotografía realizada por Instantes de Gloria





lunes, 7 de agosto de 2017

Clausura de la semana mundial de la lactancia materna 2017


Hoy concluye la semana mundial de la lactancia materna 2017. El año pasado os hablé de mi experiencia con la lactancia y durante estos días os he compartido algunas de mis imágenes de lactancia y hemos podido conocer las experiencias de varias mamás, la de una mamá de TenerifeAinhoa, EstherCarol y Eva. También aprovecho para recordaros que en Febrero tuve el placer de poder colaborar con el blog de LactApp contando mi experiencia con el SOP, la diabetes gestacional, el sobrepeso, mi hipoplasia mamaria y una supuesta hipogalactia, podéis verlo aquí, y como todo aquello no nos frenó para lograr una lactancia materna que ya dura 22 meses, aunque a twitter no le gustaron mis fotografías y decidió censurarme una de ellas (también podéis verlo aquí), y os recomiendo, por si no lo habéis hecho ya, que le echéis un vistazo a todas las cosas que la app (totalmente gratuita) LactApp puede ofreceros, crear tu perfil, el de tu bebé, hacer tu propio plan personalizado, encontrar respuestas a preguntas sobre el embarazo, la lactancia, salud, pruebas diagnósticas... incluso encontraréis test y sorteos.



Recordaros también que la lactancia no es incompatible con la mayoría de los tratamientos en caso de dolor, lesión, enfermedad... podéis ver si el medicamento que necesitáis es compatible en la página de e-lactancia, y que si queréis dar un paso más podéis (por solo 1€ al mes) colaborar para que los profesionales encargados de el buen funcionamiento de esta página puedan continuar desarrollando tan bien como hasta ahora su labor.
Dicho todo esto, os dejo con más experiencias de mamás que han querido ayudarnos dejándonos un trocito de ellas mismas y de sus experiencias con la lactancia.



Susana:
Llevo 5 meses de LM y muy contenta, ningún problema! Me siento afortunada!
Lo único que menos mal que pasé de la enfermera del hospital cuando di a luz, q ya le quería meter un biberón porque no paraba de llorar ( cuando al pecho se enganchaba fenomena
l) y pasé del pediatra cuando me dijo de dar LA para que coja más peso... 
Me ayudó los grupos de lactancia y las asesoras de los mismos!
Es una experiencia única, preciosa y placentera, para mi bebé y para mí.






Esther:

Tuvimos un inicio de lactancia un poco atropellado... incluso nos dieron un biberón porque pensaban que tenía un bajón de glucosa.


Irene:
Nosotros estuvimos 4 meses de calvario, aguantando la lactancia materna y suplementando con biberón porque me tenía los pezones destrozados. Tenía frenillo tipo 4 y en la seg social no lo querían operar, me decían que si me dolía dejase el pecho. Me apretaba tanto los pezones y las tomas eran tan largas que me empezó a provocar síndrome de rainaud, y veía las estrellas y todos los planetas en cada toma, incluso con pezoneras. Al final le operamos por el privado, y pudimos mantener la lactancia materna aunque mixta. A los seis meses empezamos con blw y ahora que tiene 9 seguimos con mix de biberones, sólidos y tomas de pecho. Pasé todas las fases de las dudas y quise dejar la lactancia mil veces, hasta en los grupos de lactancia a los que iba me decían que lo dejara, pero pudo más mi cabezoneria. La verdad es que a día de hoy mama solo dos/tres veces al día, y sigo teniendo los pezones bastante mal, pero me da pena quitarle el pecho, preferiría que lo dejase él cuando esté preparado.




Nazaret:
7,5 meses de LME y encantada!! Antes de dar a luz todo el mundo a mi alrededor me hablaba de lo costoso que era la lactancia, dolores, grietas, mastitis, obstrucciones, mordiscos, exclava, que si no salia suficiente, que si no saciaba..... asi que con este panorama no tenia pensado dar el pecho, supuestamente era un infierno... 
Fue nacer Millán, verle con que gusto se agarraba a mi pecho y no querer que termine esta etapa nunca!!!😍😍😍
No he tenido ningun problema con la lactancia, ni un dolorcillo si quiera.. eso si.. gracias a estar bien asesorada por grupos de lactancia. Ahora mi entorno me llaman "la loca de la teta" 😂😂 la saco en cualquier sitio! Es cómoda, siempre esta lista, no tienes que preparar ni lavar nada... y el vínculo que se crea..aún no encuentro nada negativo.
Viva nuestras tetas, leche (nunca mejor dicho😂)!!! 
#smlm17 #vivamistetas #nosoyhippieniestoylocaeslaOMSquemeprovoca



Anónimo:
14 meses y lo que nos queda! Algún problema al principio y ahora con los dientes algún susto! Jajaja! No lo cambiaría por nada. 
Todo el mundo dice que después de lo que me stoy "sacrificando" por ésta, si tengo un segundo le daré biberón por comodidad... con lo cómodo que es la teta para mi!!!
Es nuestro momento, único y especial. Sus miradas cómplices, sus sonrisas picaras, sus momentos de consuelo... Nuestro momento, sólo nuestro.



Nancy:
A mi primer hijo solo le di menos de un mes, era muy joven y no tuve quien me guiará correctamente con mi problema de agarre, ahora después de 9 años tuve la oportunidad de ser madre por segunda ocasión, y al inicio tuve el mismo problema, pero con la asesoría adecuada mi bebé pudo agarrarme y lacyar de forma adecuada, mañana cumple 1 añito y sigo amamantandolo, amo hacerlo, es algo hermoso la conexión y el amor que se siente, lamento no haber podido experimentarlo tan plenamente con mi primer hijo, y a esas mamis que tienen duda de si darle o tienen algun problema les aconsejaría que pidieran ayuda y no pierdan esta hermosa experiencia que además beneficia mucho a sus bebés


Carol:
11meses de lactancia y encantadisima tanto mi hija como yo 😻😻








Carmencita:
Desde Bolivia ya con mi Leo 11 meses y 2 semanas con LM al principio fue un poco complicado porque no tenía mucho pezón así que batallamos juntos pero al final ganamos y nos entendimos mi chiquitito y yo 




😍







Este es nuestro pequeño resumen de la semana mundial de la lactancia materna de este año. Gracias a todos los que habéis colaborado con la página y con el blog, esperamos que todas estas experiencias, relatos, artículos y confesiones, puedan ayudar a otras personas a encontrar el apoyo y la ayuda que necesitan para lograr disfrutar de su lactancia.








Gracias a Inés Molina por esta fotografía.


Aquí podréis encontrar los enlaces de ayuda que han ido mencionando las mamás que nos han contado sus experiencias:
Libro "un regalo para toda la vida", Carlos Gonzalez.
Multilacta.
Alba Lactancia.
Friends of Breastfeeding.
Hay una gran variedad de grupos en facebook y asesorías online donde podéis encontrar asesoras, y donde os podrán recomendar un grupo de apoyo a la lactancia cercano a vosotras. Buscar apoyo y hacer tribu será de gran ayuda tanto si todo va bien, como si hay algún problema que solucionar. Porque la lactancia no debe doler, no hay leche materna de "mala calidad", no hay horarios, el extractor no es un medidor fiable de cantidad, no hay alimentos prohibidos, la llegada de la menstruación no significa el fin de la lactancia, el tamaño del pecho no condiciona la lactancia... Buscar información para desmentir mitos, para solucionar problemas, para lograr una lactancia tranquila, feliz, sin altibajos, y tan duradera como tu bebé y tú decidáis, es muy recomendable. Compartir tu experiencia con otras mamás os ayudará a sentiros mejor y comprender que no todo es "culpa" de la lactancia, a solucionar problemas y a disfrutar de ella de forma relajada, feliz y segura.
En otra ocasión hablaremos de los mitos que rodean a la lactancia y de posibles problemas que pueden surgir y cómo solucionarlos.

Gracias  de nuevo a todas las mamás que han colaborado con la página y con el blog durante esta semana mundial de la lactancia materna.
Hasta la próxima entrada y ¡Feliz lactancia!

sábado, 5 de agosto de 2017

La Lactancia de Eva

La experiencia de Eva. Dos años de lactancia materna. Eva nos cuenta como, a pesar de no haber tenido una referencia directa con la lactancia, con información y apoyo puedes solventar los problemas y evitar otros mayores.
Hospital Universitario Fundación Alcorcón, Madrid.
Web: Alba Lactancia Materna
Libro: Un regalo para toda la vida, Carlos Gonzalez.



No vi dar el pecho a nadie de mi familia. No tuve a nadie de mi entorno cerca para poder fijarme un poquito en cómo era eso. Siempre pensé, antes de informarme, que el proceso sería tan sencillo como poner al bebé a la teta y ya. Me quedé embarazada, y tenía claro que quería dar el pecho a Aitana. Hice lo posible para informarme, me leí y releí el libro de Carlos González 'Un regalo para toda la vida'. Pero era todo teoría..y tenía muchas dudas acerca de como iría la práctica. Hice todo lo posible para que el proceso de parto y postparto no interfiriera en la lactancia: no quise epidural porque no quería que nada externo pudiera afectarme en el proceso natural de parto (mareo, vómitos, dolor del pinchazo) y quise un postparto hospitalario ( Fundación de Alcorcón) con visitas muy limitadas para que nada interfiriese en nuestras primeras horas juntas, para conocernos y de sentirnos. Y todo fluyó. Subida de la leche al segundo día. No tuve grietas. Mi objetivo era llegar a los 6 meses de lactancia: pasamos la crisis de los 4 meses, fue dura..no sabía que pasaba..muchos lloros y dudas.. lloramos las 2, pero por fin pasó. En esos meses a veces sentía pinchazos cuando mamaba del pecho derecho, pero eso también pasó. Y llegamos a los 6 meses de lactancia, pero entonces quise llegar al año. Sobre los 8 meses y ya con varios dientes, me mordió mientras dormía con el pecho en la boca. Y me dijeron..este quizá sea el final de tu lactancia, pero no. Dos semanas con una herida sangrante, que gracias a los consejos que seguí de mamás con más experiencia, al final curó. Y llegamos al año. Y decidí ampliar mi excedencia y seguir con Aitana. No pude separarme de ella. Y ya no puse fecha al fin de mi lactancia. Aitana hizo 2 años el 2 de agosto. Y las dos cumplimos 2 años de lactancia. Muchos momentos compartidos, miradas, risas, sus 'tetaaaaa' cuando la reclama, siestas, posturas imposibles, desvelos nocturnos, tirones de pelo, agotamiento, algunas lágrimas, en casa, en la piscina, en el metro, en la calle, en la playa..cualquier sitio es bueno cuando ambas queremos y ella necesita. Dos años increibles que no cambio por nada del mundo. Y que sigan, ya no pongo fecha fin a nuestra lactancia. Todo está bien mientras que las dos queramos. Gracias Curcumina por dejarme compartir nuestra experiencia.

P.D: Tuve una muy buena experiencia en el hospital Fundación de Alcorcón, tanto con el parto como con la ayuda a la lactancia.

P.D2: Fundamental informarse de las crisis de lactancia..cuando llegan no sabes qué pasa ni cómo actuar. Leer sobre ello ayuda mucho. Conseguí esta información en la web de Alba Lactancia y en el libro 'Un regalo para toda la vida' de Carlos González.


Gracias Eva por compartir tu experiencia con nosotros, por demostrarnos que se puede lograr una lactancia exitosa y disfrutar de ella, y por ser un ejemplo para muchas de nosotras y mostrarnos que la lactancia no tiene fecha de caducidad.