martes, 21 de febrero de 2017

A mi pequeño gran hombre

Hoy es un día triste y muy feliz al mismo tiempo, triste porque me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, muy feliz porque celebramos la vida, tu vida.
Hoy cumplimos diez años, tú como hijo, yo como madre. 
Hoy, hace diez años, pude ver tu cara por primera vez, sentir el olor de la vida, recibir en mis brazos el regalo de la maternidad.
Hoy hace diez años que naciste.
El tiempo ha pasado volando, hace poco dormías en mis brazos, balbuceabas palabras, caminabas torpemente, y ahora... ahora eres casi un adolescente. Tienes tus momentos de chico mayor, ya no me necesitas tanto, no soy tu centro... pero sigues recordándome a diario que me quieres, y yo siempre te respondo con un "yo también te quiero mucho a ti Curcuhuete".



Recuerdo, como si fuera ayer, el día que naciste, tu olor, tu mirada, tu llanto... han pasado ya diez años, ¡diez! Fuiste el primer gran amor de mi vida, y lo sigues siendo.
Durante estos diez años he tratado de acompañarte, de enseñarte el mundo, de ser buena madre, y aunque más de una vez me he equivocado, no cambiaría ni uno de los momentos que hemos vivido juntos.
Fuiste el primero en llamarme "mamá" y en hacerme sentir lo infinita y preciosa que es esa palabra.
Siempre he creído que son los padres quienes enseñan a sus hijos, pero nunca pensé que un hijo podría enseñar tantas cosas.
Me has enseñado a disfrutar la vida de una forma increíble, a pararme a mirar detalles, a reírme porque si, a caminar sin rumbo fijo, a disfrutar de pisar los charcos, a olvidarme de cositas sin importancia que preocupan más de la cuenta, a disfrutar de nuevo de la Navidad, a recuperar la ilusión, a luchar sin miedo, a amar hasta el infinito y más allá, a creer en mi misma... Me ayudaste a ver la vida desde otro punto de vista, más bonito, más activo, más emocionante.
Contigo aprendí de nuevo a improvisar canciones, a inventar cuentos, a narrar con voces variopintas, a disfrazarme, a jugar a la pelota, a tirarme por el tobogán, a convertir el baño en un mundo emocionante y divertido, a que los besos pegajosos pueden ser adorables, a ver mil y una veces la misma película y que siga siendo como la primera vez, a disfrutar de mirar las nubes, las olas del mar...

Tal vez tu me hayas enseñado a mi más de lo que yo podría enseñarte a ti.





Hubo un tiempo en el que la gente me decía que había rechazado muchas cosas por ti, pero no se daban cuenta en todo lo que estaba ganando al tenerte conmigo y, a día de hoy, si volviera atrás en el tiempo volvería a luchar por ti, volvería a abrazarte sin pensarlo.
En estos diez años has crecido mucho... ya no eres ese bebé tan sonriente y cantarín, ahora eres un chico sonriente y cantarín. No todo lo vivido ha sido bueno, hemos pasado malos ratos, pero los hemos pasado juntos para poder lanzarnos a los buenos, ¡que han sido muchos y preciosos! No encuentro las palabras que puedan describir todo lo que has aportado a mi vida, tan solo puedo decir que me encanta verte crecer a mi lado.



Has crecido tanto... ya no eres mi pequeño, ahora eres un hermano mayor, un niño grande que va teniendo las ideas claras, que lucha por lo que quiere y disfruta de las pequeñas cosas, defines tu carácter, gustos y habilidades, que sale con sus amigos y se olvida de qué hora es o de si hace frío, o llueve... porque disfruta con los cinco sentidos del presente.

Se que no soy la madre perfecta, pero tu me dices que soy la mejor mamá, y eso para mi es un mundo entero. Tienes un corazón de oro y una energía infinita, y tienes toda la vida por delante.
Y aunque me pase días escribiendo y relatando nunca será suficiente para poder expresar todo lo que te quiero y lo que significas para mi. Gracias por todo lo que me has regalado, tanto material como sobretodo inmaterial, por tus sonrisas, abrazos y besos, por ser como eres, por crecer a mi lado.

A mi pequeño gran hombre ¡Feliz cumpleaños!









2 comentarios:

  1. Qué bonito Irene!! Pasa tan rápido, sin que te des cuenta...Mi hija tiene ya 14, en setiembre hará los 15, y a veces aún me cuesta creerlo...Pero es ley de vida!! Nos toca aceptarlo y disfrutar de cada una de las etapas de la maternidad, que nunca se acaba, simplemente se transforma. Un besito guapa!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cada etapa tiene lo suyo, lo importante es disfrutar juntos del camino! Un abrazo gordo.

      Eliminar