Hace tiempo me descubrieron el maravilloso mundo de las joyas de leche materna, desde que supe que existían deseé poder tener una, y mi mente empezó a dar vueltas buscando el diseño perfecto. Encontré varias artesanas con diseños preciosos, cada una tenía algo que le hacía diferenciarse, ser especial a su manera, y en medio de mi búsqueda me topé con Sandra y su página Joyas De Leche Y Maternidad. Coincidí con ella en un par de grupos de facebook, pero no había hablado con ella directamente hasta que me atreví a pedirle presupuesto.
Conocí su historia a través de las RRSS y algo en mi interior me dijo que no me equivocaría al pedírselo a ella.
Antes de decirme precios o modelos hablamos un poco, le conté mi historia, me contó la suya, conectamos. Supe que no solo es una maravillosa artesana, sino que también es una persona increíble, fuerte, sincera, dulce... tiene un corazón enorme que dedica al 100% en cada una de sus joyas. Hablamos mucho y me acompañó en la difícil tarea de decirme por una de sus joyas. Pero como no siempre se puede tener todo cuando se desea, quedamos en que me pondría en contacto con ella un poco más adelante.
Poco después de aquella conversación ella decidió hacer un sorteo de una de sus joyas para poder acercar sus joyas a más gente, y como no yo participé, no gané... pero ¡quedé suplente! y aquí es donde tuve suerte, 15 días después del sorteo la ganadora no había dado señales de vida así que ¡pasé a ser la ganadora! No perdí ni un minuto en ponerme en contacto con Sandra, decidí que sería el momento perfecto para crear mi joya soñada, y ella de nuevo me acompañó en el proceso.
Me decidí por dos charms, uno solo de pelito de Curcuhuete que ha estado guardado durante 10 años esperando su momento, porque aunque no pudimos disfrutar de la lactancia quería conservar el recuerdo, otro con leche materna y pelito de Comino y una estrella, que me enamoró desde el primer momento, con leche materna para poder tener conmigo el recuerdo de mi bebé estrella, el mellizo de Comino que no pudo quedarse con nosotros, gracias a Sandra ahora puedo tenerle más cerca, hacerle presente.
En cuanto descongelé la leche se la envié, y ella me escribió para avisarme de que ya había llegado, que todo estaba correcto, y me dio las gracias por la carta que le escribí. Me escribió en cada momento del proceso y compartimos juntas toda esa emoción. Cuando por fin llegó el esperado paquete encendí la cámara y grabé el momento.
Este es el resultado de toda la emoción depositada, de todo el amor que desprende el trabajo de dos madres que se unen para crear un recuerdo eterno.
No puedo describir lo que esta joya significa para mi, el valor sentimental es incalculable.
Como las palabras nunca son suficiente, os dejo la imagen, con toda la emoción que conlleva, sin maquillar, sin peinar, sin teñirme las raíces, pero con todos los nervios a flor de piel.
Si estáis pensando en tener vuestra propia joya, con leche materna, con pelito, con cordón, con purpurina, colores, brillos nacarados... pasad por la página Joyas De Leche Y Maternidad y hablad con Sandra.
Muchas gracias Sandra, por ser como eres, por ponerle a tu trabajo tanto cariño y dedicación, por hacer que estos momentos sean eternos. Gracias.
