martes, 25 de abril de 2017

Comenzando el camino

Hoy el post habla de confesiones.
Desde hace mucho tiempo (más o menos desde que nació Curcuhuete, o tal vez un poco antes, no recuerdo exactamente el momento) le he estado dando vueltas al tema de "qué hacer con mi vida". Nunca fui una estudiante especialmente buena, y desde mis 15 años empecé a trabajar para poder tener dinero para mis propios gastos (cine, conciertos, instrumentos, comidas y cenas con amigos... dinero bien invertido) y colaborar un poco en casa, y cuando me quedé embarazada aun no había terminado de estudiar. Desde bien pequeña me repetía a mi misma que de mayor sería mecánico de coches o profesora de música, pero cuando llegaba el momento de ir definiendo y enfocando mis estudios no me resultaba tan fácil decidirme, porque no me veía haciendo una u otra cosa durante casi toda mi vida. Y así fue como el estudiar se me fue haciendo un poco más "complicado". Me decidí por las artes, y a día de hoy no me arrepiento, porque es algo que me encanta, pero a pesar de eso sentía que aunque me gustaba mucho, no era la opción definitiva.
Cuando fui madre pude conocer otro mundo que me encantaba, un mundo enorme en el que entraban aspectos como la crianza, el porteo, los partos, los embarazos... la maternidad. En ese mundo descubrí cosas que desconocía, o que no sabía que tenían nombre, y pude conocer a personas que me abrirían las puertas a un mundo precioso e increíble. De la mano de mi matrona favorita, Juanjo Juanas, me enamoré de mi embarazo, de mi capacidad de ser madre, del parto natural, de la crianza respetuosa. De la mano de mi tribu de aquel entonces, descubrí el mundo del porteo ergonómico, de la alimentación libre de papillas, del libre movimiento... Tenía cerca de mi buenos y grandes ejemplos, mucho apoyo por parte de mis padres y hermanos, sus consejos, su experiencia y ayuda, y tenía mi propio instinto. Todo aquello me llevó a descubrir el camino que quería seguir, y por ello continué buscando información, buscando más detalles y mundos de los que aprender, pero la verdad es que mi propio mundo no me permitía investigar mucho más de lo que puedes encontrar en internet (que no es poco, pero eso no te lleva a "especializarte" y mucho menos cuando tu conexión a internet se resume a ir a un ciber o locutorio).
Durante mucho tiempo me centré en salir adelante y dejé de lado esa búsqueda, me conformé con mi trabajo y con disfrutar del momento. Pero unos años después la maternidad de nuevo llamó a mi puerta y volvió a abrir esa curiosidad, en esa ocasión ya tenía internet en casa y aquello no hacía más que seguir avivando esa llama, pude conocer a nuevas personas que me ayudaron a motivarme, a solucionar dudas y crear otras y me enseñaron algunas de las muchas cosas que tengo por aprender.
Un buen día mi vida dio un pequeño giro, tuve que dejar mi trabajo. Al estar sin trabajo volví de nuevo a plantearme eso de "qué hacer con mi vida", pero aquella vez esa pregunta se respondió prácticamente sola. Comencé de nuevo una búsqueda intensa de información y logré aclarar mis dudas. Ya se lo que quiero hacer con mi vida, se hacia dónde quiero orientarla, se que no va a ser un camino fácil, como todos los que merecen la pena, pero desde este momento, desde ya, voy a empezar a recorrerlo.
Pretendo algún día poder ampliar el camino, llevarlo más lejos, pero a día de hoy puedo decir con toda mi ilusión que por fin, hoy, empieza mi camino en el mundo del porteo ergonómico. Hoy daré mi primera clase como educadora de porteo ergonómico, ¡por fin soy alumna de Kangurearte! Estoy feliz y encantada de poder formar parte de un gran equipo, de poder aprender de la mano de profesionales como las de la escuela. Estoy deseando aprender mucho y poder llegar algún día a ayudar, asesorar y acompañar a quienes lo necesiten.
Este es el primer paso de mi camino, el primero de varios, el camino que le dará sentido a todo. ¡Hoy comienza el camino!

jueves, 6 de abril de 2017

Bodas de oro

Hace unas semanas os conté qué tenía de especial en nuestra familia el 1 de Marzo, y que este año fue más especial aun porque mis padres celebraron sus bodas de oro.
Entre los hermanos decidimos organizarles una pequeña celebración, con los familiares y amigos más cercanos. Aunque no pudieron acudir todos los que habríamos querido tener con nosotros, disfrutamos mucho de la celebración.
Voy a enseñaros una pequeña muestra de lo que les preparamos tras la celebración de la misa. La decoración, los carteles, y los detallitos fueron preparados a mano con mucho mimo y cariño.
Mi hermana Magda preparó los globos y el photocall, siempre hace cositas chulísimas para las celebraciones, si queréis ver algo más de su trabajo podéis visitar su página de Imajocs, su blog o su página de facebook. Yo me encargué de los carteles, Curcuhuete me ayudó a hacer los marcos, los detalles y la organización en general.
Lo celebramos en Casa de retiro San Pío, y nos prepararon unos platos buenísimos, todo casero y con una presentación preciosa.

María Salas fue la encargada de poner requeteguapa a mi madre, le confeccionó a medida el cuerpo y el pantalón, nos atendió de lujo, como siempre, ¡y lo hizo todo en un tiempo récord! podéis visitar aquí su facebook.
Las fotografías son obra de Inés Molina fotografía , que fue también la fotógrafa de mi boda y postboda, la elegiría mil veces, a la vista está la calidad de su trabajo, podéis visitar también en su facebook.
Sin dar muchos rodeos, os enseño parte de lo que fue aquel día.





























Gracias a todos los que nos ayudasteis a hacer de ese día, un día inmejorable.