martes, 28 de febrero de 2017

1 de Marzo

Esta fecha es muy especial en nuestra familia, mis abuelos paternos se casaron ese día, mis padres se casaron ese día, mi hermana (y mi cuñado) se casaron ese día y Perifollo y yo nos casamos ese día. ¡Feliz aniversario para todos!
Pero este año, esta fecha es un poco más especial, porque mis padres cumplen sus bodas de oro.
Hace 50 años mis padres se dieron el "si quiero" y, a día de hoy siguen siendo un ejemplo de lo que se puede lograr con el amor. Mi madre me contaba hace poco que disfrutó mucho de aquel 1 de Marzo de 1967, el sol les acompañó durante todo el día y pudieron dar un agradable paseo por el Paseo del Prado al terminar la ceremonia.



No ha sido un camino fácil, pero lo han recorrido juntos, apoyándose el uno al otro y creando una vida en común, una familia, un hogar.
"Nosotros cuando nos casamos lo hicimos en la riqueza y en la pobreza, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad..." eso es lo que le escuché responder a mi madre cuando, mientras elegíamos unos zapatos para el gran día, le preguntaron por sus bodas de oro, "haremos una celebración, una renovación de votos, por lo menos yo lo haré" porque el alzheimer ha hecho mucha mella en mi padre, pero no en el amor que se procesan. Él ha vuelto a ser un niño, y el niño que es ahora mira con una sonrisa perpetua a mi madre y con la misma mirada que en la fotografía de su boda, porque aunque algo tan cruel como esta enfermedad esté presente, no puede romper el amor que se procesan.
Me gusta pensar que esto ha fortalecido algo que ya de por si era fuerte.


El 1 de Marzo siempre será especial para nosotros, y vosotros siempre seréis un ejemplo para nosotros. Este año procuraremos celebrar a lo grande lo que toda una vida juntos ha creado, y seguiremos celebrando todos los caminos que se han forjado con vuestro ejemplo, porque aunque tenemos mucho que celebrar hoy, esta entrada, este año, es para vosotros.
Sois un ejemplo para nosotros, como padres, como pareja, como personas.
¡Feliz 50 aniversario! 


PD: Gracias a Inés Molina por las fotos actuales, ¡estamos deseando verte en el gran día!

martes, 21 de febrero de 2017

A mi pequeño gran hombre

Hoy es un día triste y muy feliz al mismo tiempo, triste porque me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, muy feliz porque celebramos la vida, tu vida.
Hoy cumplimos diez años, tú como hijo, yo como madre. 
Hoy, hace diez años, pude ver tu cara por primera vez, sentir el olor de la vida, recibir en mis brazos el regalo de la maternidad.
Hoy hace diez años que naciste.
El tiempo ha pasado volando, hace poco dormías en mis brazos, balbuceabas palabras, caminabas torpemente, y ahora... ahora eres casi un adolescente. Tienes tus momentos de chico mayor, ya no me necesitas tanto, no soy tu centro... pero sigues recordándome a diario que me quieres, y yo siempre te respondo con un "yo también te quiero mucho a ti Curcuhuete".



Recuerdo, como si fuera ayer, el día que naciste, tu olor, tu mirada, tu llanto... han pasado ya diez años, ¡diez! Fuiste el primer gran amor de mi vida, y lo sigues siendo.
Durante estos diez años he tratado de acompañarte, de enseñarte el mundo, de ser buena madre, y aunque más de una vez me he equivocado, no cambiaría ni uno de los momentos que hemos vivido juntos.
Fuiste el primero en llamarme "mamá" y en hacerme sentir lo infinita y preciosa que es esa palabra.
Siempre he creído que son los padres quienes enseñan a sus hijos, pero nunca pensé que un hijo podría enseñar tantas cosas.
Me has enseñado a disfrutar la vida de una forma increíble, a pararme a mirar detalles, a reírme porque si, a caminar sin rumbo fijo, a disfrutar de pisar los charcos, a olvidarme de cositas sin importancia que preocupan más de la cuenta, a disfrutar de nuevo de la Navidad, a recuperar la ilusión, a luchar sin miedo, a amar hasta el infinito y más allá, a creer en mi misma... Me ayudaste a ver la vida desde otro punto de vista, más bonito, más activo, más emocionante.
Contigo aprendí de nuevo a improvisar canciones, a inventar cuentos, a narrar con voces variopintas, a disfrazarme, a jugar a la pelota, a tirarme por el tobogán, a convertir el baño en un mundo emocionante y divertido, a que los besos pegajosos pueden ser adorables, a ver mil y una veces la misma película y que siga siendo como la primera vez, a disfrutar de mirar las nubes, las olas del mar...

Tal vez tu me hayas enseñado a mi más de lo que yo podría enseñarte a ti.





Hubo un tiempo en el que la gente me decía que había rechazado muchas cosas por ti, pero no se daban cuenta en todo lo que estaba ganando al tenerte conmigo y, a día de hoy, si volviera atrás en el tiempo volvería a luchar por ti, volvería a abrazarte sin pensarlo.
En estos diez años has crecido mucho... ya no eres ese bebé tan sonriente y cantarín, ahora eres un chico sonriente y cantarín. No todo lo vivido ha sido bueno, hemos pasado malos ratos, pero los hemos pasado juntos para poder lanzarnos a los buenos, ¡que han sido muchos y preciosos! No encuentro las palabras que puedan describir todo lo que has aportado a mi vida, tan solo puedo decir que me encanta verte crecer a mi lado.



Has crecido tanto... ya no eres mi pequeño, ahora eres un hermano mayor, un niño grande que va teniendo las ideas claras, que lucha por lo que quiere y disfruta de las pequeñas cosas, defines tu carácter, gustos y habilidades, que sale con sus amigos y se olvida de qué hora es o de si hace frío, o llueve... porque disfruta con los cinco sentidos del presente.

Se que no soy la madre perfecta, pero tu me dices que soy la mejor mamá, y eso para mi es un mundo entero. Tienes un corazón de oro y una energía infinita, y tienes toda la vida por delante.
Y aunque me pase días escribiendo y relatando nunca será suficiente para poder expresar todo lo que te quiero y lo que significas para mi. Gracias por todo lo que me has regalado, tanto material como sobretodo inmaterial, por tus sonrisas, abrazos y besos, por ser como eres, por crecer a mi lado.

A mi pequeño gran hombre ¡Feliz cumpleaños!









jueves, 9 de febrero de 2017

Bizcochitos de fresón y queso

Hoy hemos vuelto a encender el horno para hacer una dulce merienda.
A comino le encantan los fresones, sea lo que sea que esté comiendo, no puede competir con un fresón, así que casi siempre que salimos a comprar el pan, terminamos comprando también una barqueta. Pero esta última vez, Perifollo trajo por su cuenta otra barqueta, y por muy rápido que nos los comamos, al venir tan maduros, en seguida empiezan a estropearse, así que para evitarlo ojeé en la despensa y probé con esta receta que ha resultado ser todo un acierto.
Como medida para los ingredientes usaremos el envase del queso fresco.

Ingredientes:
1 tarrina de 1/5kg de fresón
2 medidas de harina de trigo
1 medida de harina de maíz
1 medida de azúcar
1 tarrina de queso fresco
2 huevos
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de levadura

Preparación:
Precalentar el horno a 180ºC.
Lavar los fresones, retirar los sépalos y pedículos (los tallos y las hojas) y reservar cuatro fresones para la decoración. Trocear el resto de los fresones y triturarlos junto con el queso fresco.
Batir los huevos e incorporar el azúcar, el aceite y los fresones con el queso, mezclar bien e incorporar poco a poco la harina de trigo, la de maíz y la levadura, mezclar de manera envolvente hasta lograr una masa homogénea.
Extender la masa sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, para evitar que se pegue, cortar los fresones reservados en rodajas y decorar la masa con ellos.
Hornear a 180ºC durante 20 minutos. Dejar enfriar unos minutos y cortar al gusto (en tiras, cuadrados, con moldes de galletas...).





Si queréis hacer esta receta para peques menores de un año, podéis sustituir el azúcar por 6 cucharadas de pasta de dátil, o un plátano muy maduro, o sencillamente no utilizar ningún endulzante si os gusta la acidez de los fresones, a los peques les encantará. También hay que tener en cuenta para ellos que no deben tomar lácteos, así que el queso fresco se podría sustituir por medio vaso de leche materna, o vegetal, o de fórmula...
Para los que no podéis tomar huevo podéis sustituirlo por un plátano maduro.
Espero que os animéis a probar la receta y a contarme vuestros resultados.
¡Hasta la próxima entrada!