miércoles, 16 de agosto de 2017

Lactancia, la experiencia de Roberto

Hoy la entrada vuelve a ser sobre lactancia.
Hace poco, gracias a la colaboración de varias mamás, publiqué el post de clausura de la semana mundial de la lactancia materna, y hoy quiero agradecer a papás casi primerizos que hayan compartido NUESTRO post (nuestro, porque también es de de todas aquellas mamás que me ayudaron a hacerlo posible) y nos hayan nombrado como uno de sus post favoritos de la semana en su blog, podéis leerlo aquí. Si tenéis ocasión de pasaros a ver su blog no os arrepentiréis, en él podéis encontrar recetas, manualidades, experiencias, testimonios, reflexiones... orientado a la maternidad y a la experiencia de Lidia como bimadre de una adolescente y un bebé. Gracias por la mención y ¡gracias por leernos!

Aunque en el post de clausura pudimos reunir muchas experiencias, me quedé con las ganas de poder mostraros algo más, algo que espero poder seguir preparando para mostrar el otro lado de la lactancia materna, el papel del papá, de sus experiencias y vivencias, porque ellos también tienen mucho que ver en la lactancia. Poco a poco espero poder reunir más experiencias de papás tanto de lactancia como de embarazos, partos y crianza. Mientras llega es día, os recuerdo la experiencia de Ainhoa, que hace poco me hizo llegar las palabras de su marido de su experiencia con respecto a la lactancia, y es la que hoy vamos a compartir con vosotros.
Los papás viven la lactancia de otra manera, pero la viven, la disfrutan y sufren, y aunque parezca que no tienen papel en ella o que sea insignificante, la verdad es que su papel es importante y su labor muy intensa. Creo que hablo en nombre de todas las mamás lactantes cuando digo que agradecemos muchísimo tener a nuestro lado a esos papás que se informan con nosotras, que nos apoyan y comprenden y que, cuando flaqueamos, nos aportan una buena ración de confianza en nosotras mismas. A veces parece que el papel de un papá durante la lactancia no existe, pero la verdad es que es un papel que nosotras valoramos mucho. ¡Gracias a Roberto por hacernos llegar su experiencia!


En el tema de la lactancia materna, en mi caso, uno afronta el asunto como en casi cualquier otro aspecto de la maternidad y el parto: Buscar mi sitio. Es un tema en el que el papel que podemos asumir es de espectador, ayudando y animando en lo que se pueda, y en el mejor de los casos no entorpecer. El famoso consejo que recibes antes del parto de que si te vas a desmayar en el paritorio hazlo en una esquina sin molestar, porque nadie te va a atender, se puede aplicar a todo lo demás. Ciertamente, es un tema de dos y tenemos que poner de nuestra parte y ayudar, eso lo oyes todos los días, ¿pero cómo? Si la que lleva el niño es la madre, la que da a luz es la madre, la que va a amantar es la madre,… Por mucho que quiera, mi papel es completamente secundario y prescindible. Y realmente, entiendo perfectamente que todo la ayuda y toda la información esté relacionada con la madre y el bebé, porque son los protagonistas. Entiendo que el padre tiene que saber todo esto y ayudar, pero en ningún sitio se dice cómo podemos ayudar. Esto lo tenemos que descubrir por nuestra cuenta. 
Centrándome en el tema de la lactancia materna, es difícil explicar la impotencia que sufrimos como maridos y como padres con la lactancia materna las primeras semanas de vida del bebe. La madre está cansada, recuperándose del parto, y el niño no para de llorar, y no puedes hacer nada para calmarlo. Quizás la madre está durmiendo, o duchándose, y ni siquiera puedo estar con el bebe 15 minutos sin que llore. Lo pruebas todo, posturas para cogerle, canciones, balanceos de cuerpo, el extractor de la cocina,… a veces funcionan, otras no. Te conviertes en un experto en calmar al bebé sin usar la teta. Pero todo no evita que salgas a dar un paseo con el niño para que la madre descanse, y a los 10 minutos estás volviendo con un llanto inconsolable del bebe. Además, cada vez que llora piensas, “tiene hambre”, con lo que encima tienes la sensación de culpa de que tu hijo pasa hambre y no le puedo alimentar. 
Con todos los problemas que tiene la lactancia materna, es muy fácil caer en la solución fácil del biberón. El problema que yo veo a la lactancia materna es que los beneficios que aporta son en su mayoría difíciles de apreciar en el corto plazo. Vale, el niño come mejor, de una forma más natural, adquiere anticuerpos de la madre y enferma menos, ….. Pero eso no se ve. Las partes negativas si: él bebe duerme peor y la madre duerme peor, la dependencia con la madre es total, engorda menos (con la lucha que supone esto con los pediatras y las abuelas), comparando con otros bebes que toman biberón enferman más o menos igual,… La única ventaja visible que le veo es la económica, ya que dar la teta es gratis.


Fotografía realizada por Instantes de Gloria





2 comentarios:

  1. Gracias por mencionarme en tu post!! Me encanta que des voz a los papás también, este post se lo voy a pasar a m marido, jajaja. Tiene razón este papá, a ellos nadie les explica cómo apoyar y ayudar, y encima a veces la presión de familia y opinólogos no ayuda...Un post genial!!

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    1. Gracias a ti por leernos!
      Los papás a veces se sienten perdidos y fuera de lugar en ciertas etapas, pero lo cierto es que su papel es muy importante para nosotras, me encanta poder escuchar sus experiencias porque suelen ver detalles especiales.
      Gracias!!
      Un abrazo!

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